Sin meta, sin rumbo, sin fin, sin ideas, sin motivos ni razones... pero siempre hacia delante.
Sin miedo.
Ahora sé, ahora comprendo, Kostia, que en nuestro hacer - da lo mismo que actuemos en escena o que escribamos- lo importante no es la fama, no es el brillo, no es aquello con que yo soñaba, sino saber sufrir. Aprende a llevar tu cruz y a creer. Yo creo y no siento tanto dolor; cuando pienso en mi vocación no tengo miedo a la vida.
La gaviota - A. P. Chéjov
No hay comentarios:
Publicar un comentario